martes, 1 de septiembre de 2009

Dolor

Llevaba un buen rato corriendo bajo la lluvia aunque no se daba cuenta del agua que caía y que poco a poco le había dejado toda la ropa mojada. Corría como si el hecho de poner distancia entre él y Carolina pudiera hacer que nada hubiera pasado, que todo siguiera como estaba haría ¿1 hora? ¿2 horas? ¡Quién sabe! Lo único que le importaba era lo que había pasado. Lo que le había hecho. Aun no se lo creía. Él... él la había... No, no era capaz siquiera de pensarlo. No podía ser real, todo tenía que ser una pesadilla. Una horrible pesadilla. Pero sabía que no era así, que no estaba en un sueño que lo que había pasado era tan real como el aire que le empezaba a faltar por culpa de la huida. Sabía que no la volvería a ver, excepto en sus recuerdos y en sus peores pesadillas, que por seguro que serían revivir aquél momento o situaciones derivadas de él. ¡¿Cómo había podido?! Él la amaba. Sí, la amaba con locura. Sin contar el último medio año los últimos tres años habían sido maravillosos; los mejores de su vida sin duda alguna. Aún se acordaba de cuando y como se conocieron, de lo mal que se cayeron hasta que una semana después se habían encontrado en esa entrevista en grupo para una plaza comercial que ninguno de los consiguió pero que los obligó a charlar durante el viaje de regreso a sus casas. Hoy hacia tres años y una semana. Lo sabía perfectamente porque a la siguiente semana se declaró y empezaron a salir... y ahora ya no volverían a verse... y todo por su culpa. No importa lo que pueda decir la gente, sus vecinos, sus compañeros, sus amigos o su familia nadie será más duro que él ni nadie mejor que él mismo podrá decirle las mejores palabras para hacer de su vida un infierno sin salida. Si al menos lo hubiera querido, pero no, él no quería hacerlo ni sabe por qué lo hizo pero lo hizo y ya no hay vuelta atrás. No hay vuelta atrás pero tampoco hay nada delante.

La imaginación es sorprendente, este texto lo he empezado a partir de la idea de un chico corriendo con la intención de dejar algo atrás pero en ningún momento pensaba que escribiría un texto tan duro como considero que me ha quedado. ¿Tú qué opinas?

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gusta. :)

Omega dijo...

Gracias por tu comentario, Angus, me alegra que te halla gustado.

Un saludo,

Vivi

Onminayas dijo...

Bueno, honestamente creo que lo que sobra es tu comentario final: no aporta nada al relato, no lo mejora y, al final, rompe la dinámica del mismo.

Un saludo.

Omega dijo...

Antes que nada quiero agradecerte por pasarte por aquí y hacerme una crítica honesta. Releyendo la entrada veo que tienes razón y creo que hubiera quedado mejor si lo hubiera escrito en forma de comentario.

Un saludo,

Vivi